La modificación propuesta por el diputado Mascheroni parecería querer solucionar el problema del “voto cruzado”. Sin embargo, no afecta al núcleo de la cuestión: el hecho de que la Constitución de Santa Fe establece un régimen de mayorías automáticas y no proporcionales en Diputados.
Según los datos oficiales del Tribunal Electoral:
- El Frente para la Victoria obtuvo el 34,67% de votos y se llevó 28 bancas.
- El Frente Progresista Cívico y Social el 32,86% de los sufragios, pero se llevó 15 bancas.
- El PRO, 14,7% y 7 bancas.
Es decir, que por el sistema electoral incorporado a la Constitución Provincial, por una diferencia de menos de 2% de los votos entre el primero y el segundo de los contendientes, se distorsiona la voluntad popular o, por lo menos, permite una sobre-representación de bancas del ganador sobre los verdaderos votos obtenidos y los 34,67% de votos, se transforman en 56% de bancas.
Si se hubiese aplicado el sistema proporcional D’Hont en esa misma elección, -como postulamos- el resultado sería totalmente distinto:
- El Frente para la Victoria obtendría: 21 bancas
- El Frente Progresista: 20 bancas (y no 15)
- Y el PRO 9 bancas (y no 7).
Como sostiene Ana María Mustapic, “el sistema electoral santafesino amplifica, pues, la magnitud del gobierno dividido por su particular sistema de distribución de las bancas, sin perjuicio de la utilización de la boleta única. También podría señalarse que este fenómeno obedece a la presencia de un votante selectivo, que da lugar al gobierno dividido, independientemente del tipo de boleta que se utilice” (1).
En el mismo sentido debe decirse que el actual Gobierno de Santa Fe con la utilización del sistema de boletas partidarias en las elecciones del año 2007, no consiguió tampoco mayoría en el Senado ya que el sistema se ha diseñado por circunscripciones uninominales: otra vez, el problema es la cláusula constitucional, no la boleta única (2).
Un sistema electoral se compone de múltiples elementos, y no sólo de un sistema de votación. Es por ello que, a nuestro juicio, la respuesta a la crítica al llamado problema de la “gobernabilidad” y al fenómeno del voto cruzado no se resuelve en Santa Fe atacando la herramienta de sufragio, sino modificando la forma en que los votos se convierten en escaños. Es decir, lo que debe reformarse es la Constitución provincial. La alteración del diseño de la boleta implicaría, como mucho, una atenuación de la consecuencia.
(1) MUSTAPIC, Ana María: “En defensa de la boleta única”, Diario El Litoral de Santa Fe, 18 de agosto de 2011.
(2) En esas elecciones Hermes Binner le ganó a Rafael Bielsa y se demuestra las inequidades del sistema uninominal: permite que el que no obtuvo mayoría de votos consigue mayoría de bancas... En esa oportunidad el 43,34% del total de votos a senadores del Frente para la Victoria se convierten en virtud de este sistema electoral en el 68,42% de las bancas realmente conseguidas: 13 de la 19 en juego. Y a su vez, el 49,39% de los sufragios de Binner se transformaron en un 26,32% de las bancas, ya que sólo obtuvo 5 senadores.
Fragmento de la charla brindada por el Dr. Oscar Blando en la jornada "La reforma política en el plano nacional y provincial: La implementación de la boleta única en Santa Fe y la agenda pendiente", llevada a cabo el 26 de Julio de 2012. |