Estos últimos días se está dando un intenso debate social sobre la posibilidad de habilitar el voto no obligatorio para los jóvenes de entre 16 y 18 años. Sin embargo, el eje de la discusión se plantea en torno a la cuestión etaria y a la eventual fecha de implementación, cuando lo importante sería lograr que el voto se ejerza con interés.
La pregunta no es si nuestros jóvenes están preparados o no para votar. De hecho, muchos adultos votan como si se tratara de algo que no es importante, y otros votan quejándose porque tienen que movilizarse un domingo para el acto eleccionario. Entonces, la capacidad de ejercer con responsabilidad nuestro derecho ciudadano a elegir nuestros representantes depende de otras variables más allá de la edad.
Siempre estuve a favor de la ampliación de los derechos. Desde Ejercicio Ciudadano venimos trabajando en la construcción de ciudadanía con jóvenes desde nuestros inicios. En particular, desde 2008 llevamos adelante el programa Jóvenes Ciudadanos, iniciativa que promueve espacios de encuentro, debate, participación y producción con estudiantes de tercero, cuarto y quinto año de la escuela secundaria. El objetivo es involucrar a los jóvenes en los asuntos públicos y acercarlos a su condición de ciudadanos, recordando que la política, herramienta de transformación y mejora de la realidad, es parte de nuestra vida cotidiana.
El voto es una cuestión fundamental para la democracia, un derecho que nos fue vedado durante muchos años. Es por eso que debe ser ejercido con responsabilidad e interés. Allí debe focalizarse el esfuerzo y el trabajo, más que en pensar si votarían los más jóvenes o no.